Cuando el presidente Barack Obama dirigió su primera campaña, lo hizo en la plataforma de “Sí, podemos”. Sembró una semilla en nuestros corazones y mentes que ha germinado y continúa produciendo más semillas de esperanza y llamados a la acción. “Sí, podemos” nos habló en muchos niveles, a nivel nacional, como comunidad e individualmente. Durante su administración, muchos negocios comenzaron, muchas personas se inscribieron en universidades en todo el país. Vimos a muchas personas salir de su caparazón y comenzar a prosperar y esperar como nunca antes lo habían hecho. Mucha gente, en esencia, se despertó y comenzó a moverse.
No quiere decir que no haya habido movimientos antes, pero esa frase, “Sí, podemos”, habló a tantas personas diferentes que se ha traducido en diferentes movimientos. Hablaba a personas negras, a mujeres, a mujeres negras, a jóvenes.
Podemos decir que Black Panther es uno de los frutos de esa semilla que se plantó. Aquí hay una película que fue producida, dirigida y protagonizada por personas negras, y no solo gente negra, sino personas negras de piel oscura. Eso es muy significativo porque hasta el día de hoy, las personas negras de piel oscura han sido rechazadas en tantas industrias y comunidades. La excelencia de toda la producción es un testimonio del hecho de que podemos, de que somos capaces y somos capaces de alcanzar la grandeza a pesar de lo que nosotros, como pueblo, hemos sido condicionados a creer y aceptar, por generaciones, todo lo contrario.
Más y más mujeres se están levantando también. Sí, sé lo que estás pensando; el movimiento de mujeres comenzó hace mucho tiempo con el movimiento de liberación de la mujer. Pero hoy es diferente. El movimiento se ha evolucionado. Hoy las mujeres no soportan la falta de respeto de aquellos hombres que parecen pensar que somos meros objetos para su entretenimiento y placer.
Las mujeres no se están considerando a sí mismas, ni se están permitiendo ser consideradas, como el sexo débil. Hemos llegado demasiado lejos en términos de educación y destreza financiera. Hemos llegado demasiado lejos en términos de experiencia, habilidades y agallas.
Me encanta que los niños y adolescentes se levanten y alcen sus voces en oposición a aquellos que prefieren barrer las atrocidades bajo la alfombra, todo en nombre de una ganancia financiera. Y esto se debe a que “Sí, podemos” también resuena con ellos. No permanecerán en silencio solo porque las personas mayores insistan en que son demasiados jóvenes para comprender, a pesar de que van a la escuela y participan activamente en su progreso educativo. Y ahora están listos para derribar a esas viejas águilas de sus perchas, y yo los apoyo.
El cambio es un proceso, no un evento. No es algo que simplemente sucede de la noche a la mañana o instantáneamente. Este es un proceso que ha estado sucediendo durante mucho tiempo y creo que finalmente estamos viendo los frutos. Mi preocupación es mantener el impulso para las generaciones futuras, asegurándonos de que estos cambios sean duraderos y de que no retrocedamos. También es mi esperanza que a medida que envejecemos, no nos convertiremos como esas águilas viejas que preferirían sentarse en sus elevadas perchas mientras piensan erróneamente que lo pase abajo nunca les afectará.